La familia compuesta por cuatro personas, descubrieron este magnifico sitio entre acantilados y junto a una playa de un lago durante un paseo por el bosque. La familia reside en el extranjero, pero buscaban un sitio tranquilo y cómodo para descansar.
La casa está dividida por un jardín, un atrio de entrada y una terraza cubierta en un lado, las habitaciones son pequeños dormitorios y ofrece espacios más amplios para las zonas comunes.
La fachada, madera pintada en negro busca la integración con las sombras del bosque de pinos cuando se ve desde la dirección del lago. En el encontramos tanto las paredes como el suelo y el techo, interior, de madera, en su mayoría abedul y pino.
Una vivienda para disfrutar del paisaje que ofrece cada estación el bosque, sin perder las comodidades que ofrece el interior.
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